El 22 de mayo, el Consejo Nacional de Igualdad Intergeneracional (CNII) y el Centro Internacional de Estudios Superiores de Comunicación para América Latina (CIESPAL) aunaron esfuerzos para visibilizar la problemática del trabajo infantil a partir del informe de observancia generado por el CNII. Con la presencia de más de trescientas personas en el auditorio de CIESPAL, representantes de instituciones públicas, privadas, organizaciones y colectivos se unieron para sensibilizar sobre el trabajo infantil bajo el lema derechos + protección = cero trabajo infantil.

Distintos expositores de entidades gubernamentales y otras instituciones analizaron el trabajo infantil desde diversas aristas. Actualmente, en Ecuador existen 522.656 niñas, niños, adolescentes que trabajan según la Encuesta Nacional de Trabajo Infantil (ENTI). El 15,5% de estos niños, niñas y adolescentes, entre 5 y 17 años,  viven en el área rural  y el 4,3% en el área urbana. Frente a esta realidad, durante el evento celebrado en el auditorio de CIESPAL, se escucharon testimonios como el de Jairo Borja, quien trabajó cuando era niño, sobre la posibilidad de vivir una niñez plena con más tiempo para la  educación.

Marco Larco, coordinador de empleos y salarios del Ministerio de Trabajo resaltó que desde la normativa, el gobierno pretende la erradicación del trabajo infantil. Es así que en el Plan Nacional de Desarrollo 2017-2021 el objetivo 1. señala: “Garantizar una vida digna con iguales oportunidades para todas las personas”; y como meta al 2021 se establece “erradicar el trabajo infantil de 5 a 14 años, reduciendo las cifras del 4,9% al 2.7% a 2021”.

Por su parte, Marco Cazco, Viceministro de Inclusión Económica y Social, puntualizó que se han desarrollado políticas que aportan al crecimiento económico de las familias que se encuentran en situación de pobreza y pobreza extrema.  Cazco afirmó que para garantizar los derechos de las niñas, niños y adolescentes es indispensable el acompañamiento de la familia.  

Fabricio Santy, representante del Ministerio de Educación, comentó que la educación es un pilar fundamental para la sociedad por ello, desde esta entidad, se han adoptado estrategias para incluir a un mayor número de niñas, niños y adolescentes en el sistema educativo a través de la construcción de nuevas unidades educativas y otras acciones.

Nicolás Reyes, Secretario Técnico del CNII, mencionó que los testimonios escuchados durante el evento muestran que las realidades se pueden cambiar, trabajando en territorio y escuchando a los actores para conocer de mejor forma esta problemática. Advirtió la necesidad de articular políticas universales y locales para atender a sectores vulnerables, como por ejemplo las familias con niñas, niños y adolescentes en actividades de trabajo infantil que requieren superar la pobreza.

José Roberto Morales, representante de la Organización Internacional de Trabajo (OIT)  abordó la construcción de políticas efectivas contra el trabajo infantil en Panamá y Ecuador, señaló que ningún adolescente debería estar expuesto al trabajo peligroso y que es importante la mitigación del riesgo en dichas ocupaciones. El 56% de las niñas, niños y adolescentes que trabajan, realizan trabajos considerados como peligrosos para su desarrollo y salud física y emocional, señaló.

Una iniciativa interesante que busca la erradicación del trabajo infantil es la Red de Empresas por un Ecuador Libre de Trabajo Infantil. Karina King, su representante, señala que el objetivo principal es subscribir acuerdos para que las cadenas de valor no contemplen el trabajo de niñas, niños y adolescentes. 

Plan Internacional es otra iniciativa que detecta el trabajo infantil doméstico. Rossana Viteri, representante de esta organización, recalcó que en Ecuador este tipo de trabajo es invisibilizado y que para  tratarlo es necesario identificar los patrones culturales y sociales que existen a nivel familiar y comunitario sobre los que se configura el trabajo infantil, entre ellos la sociedad machista.

Los medios de comunicación no son ajenos a esta realidad, es más, estos tienen un papel fundamental en la construcción de los llamados imaginarios sociales. Gissela Dávila, directora general de CIESPAL, resaltó la obligación que tienen los medios de comunicación en la reproducción de estereotipos que ponen en riesgo a los niños, niñas y adolescentes. Para Dávila es necesario que los medios de comunicación se comprometan para respetar la identidad cultural y abrir espacios para la expresión de niñas, niños y adolescentes en los cuales defiendan sus derechos.

 La Directora General de CIESPAL reiteró que desde esta institución existe el compromiso para proteger a los niños, niñas y adolescentes, contribuyendo con producciones multimedia para difundir contenidos en medios de comunicación: “Abrimos nuestras puertas para decir Cero Trabajo Infantil”, concluyó.

La jornada contó con la participación de grupos musicales juveniles que se unieron al evento para demandar derechos para vivir una niñez y  juventud plena.