–Comunicación radical: Despatriarcalizar, decolonizar y ecologizar la cultura mediática
– Comunicação radical: Despatriarcalizar, desconolonizar e esverdear a cultura mediática
– Radical communication: Despatriarchalize, decolonize and greenize media culture
Autores:
Susana De Andrés es profesora titular en la Facultad de Ciencias Sociales, Jurídicas y de la Comunicación de la Universidad de Valladolid.
Manuel Chaparro Escudero es catedrático en la Universidad de Málaga y director del laboratorio de Comunicación y Cultura LabCOMAndalucía.
Autor de la publicación: Marcos Pérez Linares
Referencia de la publicación
– Autor / es: Susana de Andrés / Manuel Chaparro
– Editorial: Gedisa
– Lugar de publicación, año de publicación: Barcelona, 2022
– Número de páginas: 322
Comunicación Radical: Una propuesta necesaria para la transformación social.
Antecedentes
El libro Comunicación radical de Manuel Chaparro y Susana de Andrés, ofrece una propuesta para repensar el modelo de comunicación actual y su papel en la transición ecosocial. Los autores sostienen que el modelo vigente se fundamenta en la dominación cultural, social, económica y ambiental, manifestándose en la reproducción de desigualdades de género, relaciones coloniales y el modelo extractivista de desarrollo. En contraposición, los autores proponen un modelo de comunicación radical, es su sentido raíz, que no sea patriarcal, que promueva la igualdad, la decolonialidad y en simbiosis con la naturaleza. Este modelo debe enfrentar los desafíos de la crisis sistémica producto de un modelo ecocida.
Desde el inicio, los autores introducen diversas perspectivas de la comunicación, anticipando uno de los grandes temas implícito en el libro: la disyuntiva que atraviesa todo el pensamiento comunicacional entre un sentir y una praxis raíz y un modelo instrumental al servicio de la propaganda de las políticas neoliberales.
Esta intervención busca cuestionar modelos de comprensión, discutiendo si la comunicación debe entenderse como “relación”, abogando por una teoría de comunicación humanista, ética, feminista, decolonial, ecologista, justa y centrada en el bien común e inseparable de la naturaleza. O bien, la comunicación debería reducirse a una mera herramienta de difusión comprometida con el modelo de dominación asociado al ecocidio.
La lectura del libro reorienta el modelo hacia propuestas vinculadas con la convivencia social y ambiental desde una mirada mutualista, reposicionando argumentos y conceptos para repensar la comunicación como un proceso vital y reparador.
Presentación del texto
Comunicación radical está estructurado en cuatro partes: Repensar la comunicación, decolonizar, despatriarcalizar y ecologizar.
Las primeras páginas, actúan como una introducción a las múltiples tesis del libro, donde resalta su valor al proponer la construcción de un modelo integrador que fomente la alianza con la naturaleza desde el diálogo ecosistémico. Los autores, resaltan la pérdida de este diálogo en la persecución del progreso y la modernidad. Por ello, destacan la importancia de cultivar un apego a la biofilia en contraposición al ecocidio.
Este libro no pretende ser manual para carreras de Comunicación, ni un capítulo más en las teorías de las ciencias sociales, está abierto a las discusiones más actuales, desde una mirada abierta, comprometidas en sus postulados y necesarias de un mundo a las puertas del Antropoceno.
El ensayo, es una propuesta contemporánea para pensar un nuevo paisaje social para un sentir biocéntrico desde el bien común.
El encuentro desde la oralidad y el relato, el diálogo y la mirada, nos interpela, invitándonos a “sentipensarnos”, como una parte que incide en el todo. Comunicación radical, enfrenta también una revisión de la episteme de la comunicación que, no debe confundirse con usos tecnológicos ni disociarse de la naturaleza.
El hilo argumental del libro, invita a entrar en un juego con mixturas de saberes, sin fronteras cerradas, explorando sabidurías y culturas desde la Aimara a la budista, desde África a las Amazonias o la milenaria China. En todas las culturas, existen alternativas a los valores impuestos por el capitalismo, son respuestas a los valores del desarrollo capitalista que impone un único reloj, el del tiempo que, agranda la brecha entre enriquecidos y empobrecidos.
Una línea sostenida en el libro, es la búsqueda de un pensamiento de la comunicación desde la “otredad” porque, según los autores, hay otros relatos que nos humanizan. No se reconoce una epistemología sino multiepistemologías, multiontologías y cosmotécnicas, propias de cada ecosistema y que deben ser parte de un aprendizaje común.
Discusión / análisis
Comunicación radical, propone un camino que denuncia aquello que, muchos, se resisten a pensar: la idea de que la ciudadanía no puede reducirse a la categoría de audiencias o consumidor, impuestas por la dictadura del mercado.
Estas ideas, reeditan lo discutido por el pensamiento latinoamericano en comunicación, cuando apostó, en el contexto de las dictaduras, por prácticas horizontales de comunicación con el fin de transformar la realidad. Kaplún, Freire, Beltrán, son algunos de los nombres que inspiran en el libro a retomar sus debates y a repensar desde la oralidad una comunicación “viva” que requiere, como en aquel entonces, de una proximidad cotidiana.
La propuesta es emprender, desde la comunicación como eje, un proceso decolonial desde una educación crítica y medios de proximidad que fortalezcan el diálogo y la soberanía ciudadana. Estos factores se vinculan con la diversidad cultural, la participación y el ecofeminismo.
Comunicación radical, ofrece una visión convincente de la necesidad de un nuevo paradigma de comunicación, que supere los límites del modelo actual.
La definición propuesta en el libro, destaca que la comunicación radical debe promover la transformación social a través de relaciones horizontales y respetuosas con el medio ambiente, diferenciándose de otras visiones reduccionistas de la comunicación como herramienta de marketing.
En resumen, Comunicación radical capta la necesidad de una visión integral de la comunicación despatriarcalizada, feminista, decolonizada y ecologista.
Podríamos decir que participa activamente en el ejercicio de mirar la comunicación como un diálogo permanente que aboga por romper las agendas impuestas por oligarquías tecnológicas, como Google, Apple, Microsoft, Meta, Amazon.
La conclusión del libro, propone que la comunicación debe ser repensada y rediseñada desde abajo, porque la comunicación es el instrumento para que los pueblos puedan transformar su propia realidad.
El valioso aporte que nos deja este trabajo de Susana de Andrés y Manuel Chaparro, es entender la comunicación como proceso vital de relación entre humanos y naturaleza; y tiene el potencial de contribuir a la construcción de un mundo más justo y equitativo.
La implementación de estas ideas requiere un esfuerzo colectivo, pero Comunicación radical, ofrece una visión esperanzadora para el futuro. Por esta razón, la propuesta constituye un desafío para las y los comunicadores que quieran contribuir a la tan urgente y necesaria transformación social.