Investigadora y asesora científica en fisiología animal aplicada en estudios de alteraciones climáticas y ambientales. Participa en redes e iniciativas internacionales de cooperación técnica y científica, considerando el avance de las ciencias como un ingrediente indispensable para el desarrollo de las personas, comunidades, y naciones. Asimismo, lidera y colabora en actividades de divulgación científica, interacción arte-ciencia, y diplomacia científica, con un enfoque de diversidad y equidad como necesidades para el avance de las ciencias.
Mis investigaciones se enfocan en comprender el impacto de las condiciones del entorno en la salud de los animales, en especial sobre la fisiología de organismos propios de ecosistemas bajo la influencia directa del océano. Actualmente estoy dedicada al estudio de la acidificación oceánica, una de las principales amenazas dentro de los componentes del cambio climático para los organismos en el océano y la población humana que depende de estos organismos como fuente de alimento. La acidificación del océano es la alteración de las condiciones químicas de agua de mar que resulta de la absorción de cantidades elevadas de CO2, emitido masivamente por el consumo de combustibles fósiles, que al interactuar con el agua de mar forma ácido carbónico y altera el balance de carbonatos.
Los estudios muestran que en la mayoría de especies estudiadas, las condiciones de acidificación oceánica tienen un efecto negativo en la fisiología de los organismos. Hay especies que se ven directamente afectadas con disolución de sus estructuras calcáreas, como ocurre en algunas especies con conchas; mientras en otras las afectaciones son más a nivel del crecimiento, la tasa de reproducción u otros factores biológicos, en todo caso, los efectos varían entre especies, estado de desarrollo, e incluso de las poblaciones. En países industrializados, los estudios en sus especies y ecosistemas, les ha permitido avanzar en la comprensión del nivel de riesgo y vulnerabilidad para sus especies, y poder tomar medidas de mitigación por ejemplo en el caso de la industria ostrera en el lado del Pacífico de los Estados Unidos que han establecido sistemas de monitoreo y mapeo de zonas viables para el cultivo. Sin embargo, en los países con economías en desarrollo, las investigaciones sobre acidificación oceánica están rezagadas, en parte por limitaciones científico-técnicas, pero también por desconocimiento del tema.
En el caso de Ecuador, las investigaciones e interés sobre cambio climático se han centrado en el sistema agrario, mientras los sectores relacionados con el océano permanecen desatendidos. A escala global, la franja ecuatorial del océano sostiene la mayor biodiversidad, la producción acuícola, y capturas pesqueras, y sin embargo es ahí también donde se concentran la mayor parte de países en desarrollo. En este contexto, mi actual investigación se enmarca en estudiar los efectos de la acidificación oceánica en especies nativas de Ecuador, en especial con peces, moluscos, y crustáceos. Entre estas hemos realizado varios experimentos con el camarón del Pacífico (Penaeus vannamei), por su relevancia nacional y global, siendo una especie nativa del Ecuador y el principal rubro de exportación después del petróleo, y también la especie más cultivada a nivel global. El objetivo de estos estudios es conocer la respuesta de esta especie frente a condiciones de acidificación oceánica en diferentes escenarios de cambio climático, considerando el estado de desarrollo y la capacidad de adaptación en su ciclo de vida natural y bajo condiciones de acuicultura. A partir de esta información determinar el nivel de vulnerabilidad de la especie, y contribuir al diseño de estrategias de mitigación y adaptación, considerando su relevancia como alimento humano, como producto de exportación, y como parte de los ecosistemas, para Ecuador y otros países con ecosistemas similares. En conjunto, con estos estudios y los que realizamos en las otras especies nativas, como la concha prieta, cangrejo rojo, y chame, buscamos aportar a la comprensión del problema de la acidificación oceánica, y a la valorización del océano como amortiguador del cambio climático. Para ello además de los experimentos en laboratorio, realizamos actividades de divulgación científica, y estamos desarrollando colaboraciones con el sector productivo, y acercamiento con los actores de diseño de políticas públicas y toma de decisiones. Finalmente para que todos se involucren en el proceso de tomar medidas de prevención, mitigación, y adaptación, frente al cambio climático, de forma que aumente la capacidad de resiliencia local y nacional, para lo cual el océano es un actor esencial.
Tiene experiencia internacional en investigación, docencia, y evaluación, en áreas de ciencias y educación superior. Ha realizado investigaciones en el Instituto de Biología del Desarrollo CNRS – U. Aix-Marseille (Francia); el Instituto Pasteur de París (Francia), la U. de Cambridge (Reino Unido); y la ESPOL (Ecuador). Actualmente reside en Ecuador, donde es Profesora Titular Principal y codirectora del grupo de investigación Bioma Ecuatorial y Acidificación Oceánica EBIOAC, en la Universidad Laica Eloy Alfaro de Manabí ULEAM; también colabora como docente de posgrado en la PUCE Sede Manabí, y como evaluadora en convocatorias de educación superior e investigación para la Comisión Europea y programas de UNESCO.
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